La mayoría de las veces los cambios menores en el color de tus desechos se deben a la dieta; después de todo, no comemos lo mismo en cada comida, todos los días. Pero a veces un cambio de color puede indicar un problema de salud menor. En pocos casos, significa que algo está mal en su sistema digestivo.
Si te preocupa el color de tus deposiciones, llama a tu médico.
El color es el resultado de lo que comes y cuánta bilis hay en las heces. La bilis es un líquido que el hígado produce para digerir las grasas, las cuales comienzan siendo de un color verde amarillento, pero a medida que ésos pigmentos viajan a través del sistema digestivo junto a la bilis, pasan por cambios químicos y se vuelven marrones.
Este tono de color puede ser normal en algunas personas; en los bebés, por ejemplo, es común especialmente en los que amamantan. Si tienes heces amarillas con olor muy fuerte, pueden que contengan demasiada grasa, y esto es una señal de que tu cuerpo no está digiriendo las grasas adecuadamente. Puede haber otras causas de heces amarillas, si te sucede a menudo consulta a tu médico.